Empresa y capital social

Queridos lectores de “Unión Social”, me complace enormemente presentarles la edición 296 de nuestra revista, es el segundo número con esta nueva imagen que, esperamos, sea de su agrado.

En este ejemplar, compartimos los mensajes que dieron los expositores del XVI Congreso Nacional USEM, llevado a cabo en la ciudad de Toluca los pasados 5, 6 y 7 de noviembre de 2014.

La motivación que llevó a organizar este congreso, fue la oportunidad de servir a la comunidad empresarial y a la sociedad en general, convencidos de que con esta iniciativa podíamos “llegar allí donde se gestan los nuevos relatos y paradigmas…”, como reflexiona el Papa Francisco.

El tema central de nuestro encuentro fue “Empresa y capital social”, de donde se desprendió el título “La formación del capital social como respuesta a la crisis generalizada que vivimos”; título que también lleva esta edición de Unión Social, que hoy tienen en sus manos.

Hemos visto en los últimos años que la sociedad mexicana en su conjunto atraviesa una crisis generalizada que se manifiesta de numerosas maneras en diversos ámbitos: en el ámbito familiar a través de la descomposición de cada vez más familias nucleares; en el ámbito educativo a través de los continuos malos resultados de nuestros estudiantes, alto índice de deserción y falta de preparación técnica y ética que atestiguan incluso estudiantes universitarios; en el ámbito político se extiende cada vez una actitud
de desencanto, cinismo y hartazgo frente a instituciones políticas fundamentales; en el ámbito económico persiste la desigualdad y millones de mexicanos no encuentran los medios para salir de su extrema pobreza.

La iniciativa privada lucha continuamente contra una excesiva y mala legislación, la competencia desleal por parte del comercio informal, la creciente inseguridad, así como la incertidumbre jurídica respecto a la protección de la propiedad privada y de la integridad personal.
La metáfora del tejido social desgarrado suele utilizarse para describir esta crisis generalizada. El sentido de la metáfora es hablar de una tela que se desteje poco a poco, a la manera como una sociedad se va descomponiendo en grupos de poder enfrentados entre sí e individuos que no se preocupan en nada por el bien común.
La respuesta debe provenir de los diversos actores de la sociedad como la familia, la Iglesia, los partidos políticos, el gobierno, los educadores, académicos y promotores de cultura, y especialmente la empresa, quienes deben colaborar a proteger y acrecentar el “capital social” de nuestra sociedad.

Sin querer agotar una noción tan rica, se puede entender el capital social como el conjunto de normas y valores compartidos en una sociedad que fomenta la interacción armoniosa entre sus miembros a fin de trabajar en aras del beneficio de la sociedad en su conjunto. Del conjunto de normas y valores compartidos se
derivan actitudes responsables y éticas que promueven una confianza y una solidaria colaboración cada vez más extendida entre todos los actores sociales, que genera cohesión social, acrecienta el número de todo tipo de transacciones (económicas, intelectuales, educativas, espirituales, etc.), a la vez que reduce el costo de dichas transacciones. A mayor capital social, mayor confianza, mayor desarrollo y mejor convivencia civil.

Caritas in veritate y Evangelii Gaudium refieren al imperativo de organizar la vida social en torno a principios y valores abiertos a la trascendencia, a la búsqueda de los bienes comunes, al desarrollo personal a través del servicio y la promoción de la dignidad de la persona. La empresa, como portadora de una verdadera riqueza integral, tiene un gran papel en la protección y el aumento del capital social; analizar dicho papel y promover un desempeño eficaz en él fue la finalidad de este congreso.
A lo largo de estas páginas, además de una relatoría de lo que sucedió y de la memoria gráfica del evento, encontrarán las profundas reflexiones, los cuestionamientos que nos cimbraron y las propuestas concretas que durante los días de trabajo, dejaron los excelentes ponentes y congresistas.

Aprovecho este espacio para agradecer a todos quienes se dieron la oportunidad de asistir, a los ponentes, a los moderadores, a la comisión organizadora, al equipo operativo, a los estudiantes, a los voluntarios y a los patrocinadores que confiaron en nosotros.

Muchas Gracias

José Lázaro Tamez Guerra
Presidente Nacional de Confederación USE

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